Las víctimas de la trata de personas no solo sufren un ataque a su dignidad y una violación a sus derechos humanos, sino que también padecen una serie de terribles consecuencias.
Las víctimas de explotación sexual son las más afectadas. La explotación implica ser ultrajadas sistemáticamente, lo que tiene efectos devastadores en su salud mental y física.
Las consecuencias físicas incluyen:
Mayor tasa de mortalidad y disminución de la expectativa de vida.
Golpes, lesiones, heridas y todo tipo de violencia física y sexual.
Enfermedades venéreas y de transmisión sexual, incluyendo VIH.
Mayor riesgo de desarrollar cáncer cérvico-uterino.
Las consecuencias psicológicas incluyen:
Trastornos por estrés postraumático y disociación.
Denigración física y verbal.
Conductas autodestructivas e intentos de suicidio.
Depresión clínica y síndrome de Estocolmo.
Mayor consumo de drogas y alcohol.
Es importante recordar que estas son solo algunas de las consecuencias de la trata de personas y que es valioso e importante hablar a profundidad de cada una de ellas.
Las víctimas también pueden sufrir de:
Abuso emocional y amenazas.
Manipulación mediante el suministro de estupefacientes.
Pérdida de contacto con su familia y amigos.
Dificultades para reintegrarse a la sociedad.
La trata de personas es un crimen grave que debemos combatir juntos.
¿Qué puedes hacer para ayudar?
Infórmate sobre la trata de personas.
Apoya a las organizaciones que trabajan para combatirla.
Denuncia cualquier caso de sospecha.
Educa a tus hijos sobre este tema.
Juntos podemos construir un mundo libre de trata de personas.
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